Ingeniero, lo lamento, usted es un licenciado

La confusión entre títulos académicos y profesionales frena el avance de nuestra sociedad

En la actualidad, existe una confusión significativa entre títulos académicos y profesionales que no solo afecta la percepción pública sobre las competencias de los profesionales, sino que también frena el avance de nuestra sociedad. En este artículo, exploraremos las diferencias fundamentales entre títulos académicos y profesionales, analizaremos los problemas que surgen de la confusión entre éstos títulos en el marco regulatorio y propondremos soluciones para establecer un sistema más claro y estructurado.

Los Títulos Académicos y Profesionales

Títulos Académicos

Un título académico es aquel que se otorga por centros de estudios superiores luego de completar ciertos requisitos específicos. Estos títulos certifican que el individuo ha adquirido un conjunto de conocimientos y habilidades en un campo particular, pero no necesariamente indican la capacidad para ejercer una profesión. Los títulos académicos son fundamentales para el avance del conocimiento y la investigación. Proporcionan una base sólida de teoría y metodología que es esencial para muchas profesiones. Además, los títulos académicos pueden abrir puertas a oportunidades de estudio avanzado y de investigación.

En la educación superior de la República Dominicana (artículo 23, ley 139-01) se expiden los siguientes títulos académicos:

  • Técnico Superior o Tecnólogo.
  • Licenciatura y otros títulos equivalentes de grado.
  • Especialidad.
  • Maestría.
  • Doctorado.

La fuente principal de las confusiones entre títulos académicos y profesionales surge debido a los títulos equivalentes a licenciatura, pero que no utilizan textualmente esta denominación.

Una limitación de los títulos académicos es que no siempre garantizan plenamente la capacidad para ejercer una profesión de manera efectiva. La experiencia práctica y las habilidades específicas del campo profesional son igualmente importantes y, en muchos casos, requieren un entrenamiento adicional. Existen numerosos procedimientos muy particulares en diversas profesiones que se adquieren en el ejercicio profesional y no se espera que se adquieran en el ambiente académico.

Títulos Profesionales

Los títulos profesionales se obtienen a través de la experiencia práctica en el campo y pueden o no requerir títulos académicos. Estos títulos certifican que el individuo tiene las competencias y habilidades necesarias para desempeñar una profesión de manera efectiva y ética.

Los títulos profesionales garantizan que el individuo tiene las habilidades prácticas necesarias para desempeñar su profesión de manera efectiva y ética. Además, los títulos profesionales pueden abrir puertas a oportunidades de liderazgo y responsabilidad en el campo.

Una limitación de los títulos profesionales es que podrían no ser suficientes para roles que requieren conocimientos teóricos avanzados o investigación académica. En algunos casos, es necesario combinar la experiencia práctica con una formación académica rigurosa.

Confusión de Titulación en el Marco Regulatorio

Lamentablemente, dentro del marco regulatorio del Ministerio de Educación Superior, Ciencia y Tecnología (MESCyT), se confunden a menudo los títulos académicos con los profesionales. Esto puede llevar a una falta de claridad y precisión en la nomenclatura de los títulos, lo que a su vez causa confusión tanto para los estudiantes como para el público en general. Por ejemplo, según el artículo 8 del Reglamento para la Evaluación y Aprobación de las Carreras de Grado, que dice textualmente:

Artículo 8. La determinación de la carrera de grado, en el Sistema Nacional de Educación Superior, Ciencia y Tecnología, se fundamenta en la Ley 139-01, que en su Art. 23 específica los niveles de formación de la educación superior y entre ellos establece, en el literal b) Un nivel de grado que otorga los títulos de licenciado, arquitecto, ingeniero, médico y otros equivalentes (énfasis añadido).

En donde claramente se confunden los títulos de licenciado (título académico) con los de arquitecto, ingeniero, médico, etc, los cuales claramente son títulos profesionales. No hay criterios que intenten separar o clasificar los títulos académicos de los profesionales. Esta diferencia es importante, porque solo las instituciones de educación superior (IES) son las que legalmente están facultadas para otorgar títulos académicos.

La confusión en el marco regulatorio tiene varias consecuencias negativas:

  1. Percepción errónea de jerarquía: Sin una diferenciación clara, algunas personas pueden percibir que ciertos títulos académicos tienen más valor jerárquico que otros, lo cual rara vez es cierto. Por ejemplo, un ingeniero y un licenciado en Química han completado estudios de nivel similar, pero sus roles y responsabilidades profesionales pueden ser muy diferentes. Mientras que el Licenciado en Química se educa para ser científico, y típicamente dentro de una empresa es quien realiza trabajos de investigación y desarrollo, el Ingeniero en Química se encarga de la producción, y de transformar lo que hace el licenciado en su laboratorio a la planta para ser producido de manera masiva y económicamente factible. Son dos profesionales que trabajan de la mano, ninguno tiene mayor jerarquía que el otro.
  2. Dificultad en la comunicación: La falta de claridad en los títulos puede dificultar la comunicación entre profesionales y con el público en general. Esto puede llevar a malentendidos sobre las competencias y habilidades de una persona, lo que puede afectar su capacidad para obtener empleo o avanzar en su carrera.
  3. Desmotivación e incertidumbre en los estudiantes: Los estudiantes pueden sentirse desmotivados si no están seguros de cuáles son los pasos necesarios para convertirse en profesionales reconocidos y respetados en sus campos de estudio.
  4. Incertidumbre del público general: La confusión sobre los títulos puede llevar a una incertidumbre generalizada por parte del público, lo que puede afectar la reputación de las instituciones educativas y de los profesionales en general. Tener el título de Ingeniero Civil, por ejemplo, no dice mucho del nivel de experiencia del profesional ni del nivel de sus conocimientos. Ese papel lo puede desempeñar en los títulos profesionales.

Propuesta de Solución

Sistema de Nomenclatura Estructurado

Para abordar esta confusión, se podría proponer la implementación de un sistema de nomenclatura más estructurado y claro. Por ejemplo:

  1. Licenciado en Ciencia Química: Este título certifica que el individuo ha adquirido conocimientos teóricos y experimentales en química y está capacitado para realizar investigación y exploraciones de nuevos productos o procesos para la obtención de productos químicos.
  2. Licenciado en Ingeniería Química: Este título certifica que el individuo tiene competencias prácticas para aplicar conocimientos teóricos y experimentales de la química para diseñar y establecer métodos de producción eficientes y económicos de procesos químicos.

En este ejemplo queda claro tres cosas:

  1. Que ambos profesionales tienen el mismo nivel académico.
  2. Que ambos profesionales tienen en común la misma disciplina, la química.
  3. La diferencia está en el enfoque de su área de conocimiento general: mientras uno es científico el otro es ingeniero.

Esta forma de nombrar los títulos académicos hace que sea más claro y se resiste a la creación de percepciones incorrectas sobre las competencias y funciones de ambos profesionales. En algunos lugares, como la Universidad de Chile, se observa que especifican el grado y el título profesional.

¿Quién da el título de ingeniero?

En la República Dominicana, la institución que debería otorgar el título profesional de ingeniero es el Colegio Dominicano de Ingenieros, Arquitectos y Agrimensores (CODIA). Técnicamente, esta es la entidad encargada del proceso de obtención a lo equivalente a una licencia de ejercicio profesional (no confundir con el título académico de licenciado), esto parece ser una simple formalidad. El Exequátur, que es la figura legal equivalente a la licencia de ejercicio profesional, es otorgado por el Presidente de la República (¿por qué el Presidente debe estar involucrado en esto?).

Problemas del Sistema Actual

Es mi opinión que el CODIA no está cumpliendo con una función fundamental, que es tener un sistema de títulos profesionales que reconozca los logros y trayectorias de sus miembros. La falta de reconocimiento adecuado de los profesionales de la ingeniería puede ser una de las razones por las cuales esta profesión no tiene la mayor relevancia y avance que debería.

Beneficios de un Sistema Estructurado

Un sistema de títulos profesionales bien estructurado puede:

  • Reconocer el avance profesional: Permitir a los ingenieros demostrar sus logros y avances en la profesión.
  • Fomentar la competitividad: Incentivar a los ingenieros a adquirir experiencia práctica y a mejorar continuamente sus habilidades.
  • Aumentar la relevancia profesional: Elevar el estatus y la relevancia de la profesión de la ingeniería, tanto a nivel nacional como internacional.
  • Mejorar la comunicación: Facilitar la comunicación entre los ingenieros y con el público en general, clarificando las competencias y habilidades asociadas con cada título.

Comparativa Internacional

Para ilustrar cómo se ha implementado esto en otros países, vamos a analizar los modelos de Estados Unidos e Irlanda.

Sociedad Nacional de Profesionales de la Ingeniería (NSPE)

En Estados Unidos, para convertirse en un ingeniero profesional, luego de haber obtenido el grado equivalente a Licenciatura en Ingeniería, se deben seguir varios pasos estructurados:

  1. Convertirse en “Ingeniero en Entrenamiento” (EI): Para adquirir este estatus, es necesario aprobar una prueba escrita sobre los Fundamentos de Ingeniería.
  2. Adquirir Experiencia Profesional: El candidato debe tener al menos cuatro años de experiencia cualificada.
  3. Conocer los Requerimientos del Estado: Cada estado tiene su propio comité que se encarga de administrar las pruebas con sus propios requerimientos.
  4. Prepararse para Tomar la Prueba de Principios y Prácticas de Ingeniería (PE): Esta es la última etapa antes de obtener la licencia profesional.

En Estados Unidos, tener el título de Ingeniero Profesional es requerido para participar en licitaciones de obras y legalmente se requiere para un sin número de funciones dentro de las empresas y en el estado, lo cual no es posible lograr con tener solo el título académico de “Licenciado en Ingeniería en …”.

Ingenieros de Irlanda

Ingenieros de Irlanda tiene una serie de títulos profesionales más progresivos. Para la obtención del título se requiere haber obtenido el grado equivalente a Técnico Superior y para el título de Ingeniero Asociado, se debe haber obtenido un grado equivalente a Licenciatura en Ingeniería. A continuación, una descripción de cada título profesional.

  1. Ingeniero Técnico (Engineering Technician): Este título certifica que el ingeniero tiene la capacidad de contribuir al diseño, desarrollo y fabricación de bienes y servicios.
  2. Ingeniero Asociado (Associate Engineer): Estos profesionales tienen la capacidad de solucionar problemas aplicando tecnologías modernas y toman decisiones de manera independiente en sus funciones cotidianas.
  3. Ingeniero Colegiado (Chartered Engineer): Son líderes en la industria. Tienen la más alta competencia y son profesionales íntegros, con altos estándares de ética profesional.
  4. Ingeniero Senior (Fellow): Son los profesionales más experimentados y prestigiosos de la ingeniería. Son ingenieros que influyen e inspiran a otros ingenieros, sirviendo de guía al futuro de la ingeniería.

Estos títulos permiten una jerarquía clara y un camino de desarrollo profesional bien estructurado.

Conclusión

La confusión entre títulos académicos y profesionales no solo afecta la percepción pública sobre las competencias y roles de los profesionales, sino que también frena el avance de nuestra sociedad al crear barreras en la comunicación y desmotivación entre estudiantes y profesionales. La falta de claridad en la nomenclatura de títulos y la ausencia de un sistema estructurado para reconocer los logros y trayectorias profesionales son problemas que deben abordarse urgentemente.

Es imperativo que el Ministerio de Educación Superior, Ciencia y Tecnología (MESCyT) implemente criterios claros para diferenciar entre títulos académicos y profesionales. Un sistema de nomenclatura estructurado y preciso no solo asegurará que los títulos reflejen adecuadamente las competencias y habilidades adquiridas, sino que también fomentará la transparencia y la confianza pública en nuestras instituciones educativas y profesionales.

Además, el Colegio Dominicano de Ingenieros, Arquitectos y Agrimensores (CODIA) debe asumir un rol más activo en la otorgación de títulos profesionales que reconozcan el avance y la contribución de los ingenieros. Un esquema de titulaciones bien estructurado no solo reconocerá los logros de los profesionales, sino que también fomentará la competencia y elevará el estatus de la ingeniería a nivel nacional e internacional.

No podemos seguir ignorando esta problemática. Es hora de tomar acción y establecer un marco regulatorio claro y preciso que beneficie tanto a los estudiantes como a los profesionales, y que impulse el avance y la innovación en nuestra sociedad.


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