120 Horas Semanales: La Realidad Oculta de los Profesores de la UASD

Impacto en la Salud, Calidad Docente y Propuestas de Reforma

La Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) es una institución educativa emblemática en la República Dominicana, conocida por su compromiso con la excelencia académica y la formación integral de sus estudiantes. Sin embargo, se ha identificado una problemática significativa que afecta tanto a los profesores como a la calidad de la educación ofrecida: la excesiva carga laboral asignada a los docentes. Este artículo tiene como objetivo analizar en profundidad esta problemática, explorando sus causas, consecuencias y posibles soluciones.

Descripción y Análisis de la Problemática Actual

Un profesor a tiempo completo en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) tiene un régimen de tiempo completo de 40 créditos (CR) académicos para cumplir con su carga laboral. En la UASD, todas las funciones que realiza un profesor se miden en créditos, una práctica común heredada desde los fundamentos del sistema educativo adoptado hace años.

Para entender la problemática actual, es crucial comprender que un crédito académico para un profesor equivale a tres horas de labor por semana en el período académico semestral. Si el crédito es teórico, esto implica una hora de contacto directo con los estudiantes y dos horas adicionales dedicadas a otras actividades relacionadas, como preparación de clases, corrección de exámenes y de tareas y seguimiento del desempeño estudiantil. Estas dos horas son una estimación, ya que la complejidad de la asignatura puede variar; en muchos casos, las actividades complementarias pueden requerir hasta tres o cuatro horas adicionales si la materia es particularmente compleja o por la cantidad de estudiantes que hay en la misma.

Esto significa que 40 CR equivalen a 120 horas de trabajo semanal, una carga completamente imposible de cumplir. Una semana solo tiene 168 horas, así que si un profesor decide cumplir religiosamente con ésta carga académica, solo tendría 48 horas a la semana para dormir, alimentarse, compartir con sus seres queridos. Es evidente que ningún profesor puede trabajar todas esas horas, especialmente considerando que muchos también tienen responsabilidades en otras instituciones de educación superior (IES). En consecuencia, es de esperar una reducción sustancial de la calidad para poder sostener este volumen de trabajo tan descomunal.

Esta carga laboral excesiva tiene diversas consecuencias que dependen de cómo cada profesor decide enfrentarla:

  1. Recorte de Carga: Muchos docentes deciden no tomar la carga completa de 40 CR, priorizando su bienestar y equilibrio laboral. Por ejemplo, conozco el caso de una investigadora que, de los 20 CR que ella podría tomar como investigadora, decidió tomar solo 10 CR, porque con 20 CR sentía que se retrasaría en sus actividades de investigación. Este recorte equivaldría a mas de 40 mil pesos mensuales ( unos 700 dólares) que la investigadora dejó de percibir para poder cumplir con sus compromisos y ética de trabajo.
  2. Mitigación: Algunos profesores optan por tomar los 40 CR pero reducen las horas de contacto con los estudiantes, lo que puede afectar la calidad de la enseñanza. Ejemplos concretos de este tema es que si una clase tiene 3 horas, muchos docentes solo imparten 2 horas y el resto lo toman para hacer las actividades como preparación de clases, correcciones de exámenes, etc. Hay que tener en cuenta que aún con esta medida los docentes todavía tienen que trabajar muchas horas a la semana por encima de las 44 horas semanales.
  3. Horas Extras Sin Pago: Otros deciden asumir los 40 CR y trabajan muchas horas extras sin remuneración, lo cual es insostenible a largo plazo. Este caso es menos común, pero en general algunos docentes simplemente trabajan al menos 15 horas al día, para poder cumplir mínimamente. Si un docente tiene 40CR y tiene 8 horas diarias de contacto con sus estudiantes, entonces debe trabajar horas extras por encima de las 40 horas para sus actividades que no se pueden realizar dentro de las aulas.
  4. Medidas Adicionales: Algunos implementan otras medidas variadas, para sobrellevar la carga de trabajo. Un ejemplo concreto es que algunos docentes solicitan ayuda a auxiliares docentes (monitores) y profesores ayudantes para que les asistan y el docente les remunera de su salario por la ayuda, sin uso de los canales oficiales. Otros tienen un sistema en que solo trabajan las horas pagadas, minimizando las actividades fuera del aula, a su máxima expresión.

La consecuencia más importante de esta gran carga de trabajo es el declive de la calidad de la docencia. Los profesores se encuentran en una posición imposible, donde el docente debe elegir entre hacer un trabajo de excelencia, pero a expensa de su salud y/o su bienestar socioeconómico o sacrificar la calidad de su trabajo para obtener un mejor salario y mejorar su estado socioeconómico pero a expensa de la formación de sus estudiantes. Lo más pernicioso de esto es que los profesores que saldrán más afectados son los que tienen una gran vocación de servicio, ya probablemente decidirán sacrificarse para hacer mejor su trabajo.

La Carga de Trabajo Apropiada

Determinar una carga de trabajo apropiada para los profesores es crucial para mantener tanto su bienestar como la calidad de la educación que ofrecen. Para un profesor dedicado al 100% a la docencia, lo ideal sería limitar su carga a 12 créditos académicos (CR) como máximo, lo que equivale a 36 horas de trabajo a la semana. Este límite permitiría a los profesores desempeñar sus funciones de manera efectiva y sostenible.

La normativa actual de la UASD, específicamente el Estatuto Orgánico, establece en su artículo 90 que la carga máxima para un profesor a tiempo completo es de 15 créditos, equivalente a 45 horas de trabajo semanal. Sin embargo, el Código de Trabajo de la República Dominicana en su artículo 141 establece un límite legal de 44 horas de trabajo a la semana. Para reconciliar esta discrepancia, se podría establecer que con 15 créditos no se debe trabajar más de 44 horas, alineándose así con las normativas laborales del país.

Este límite es consistente con lo que establece el Reglamento de Carrera Académica, que fija la jornada de tiempo completo para funciones académicas permanentes en 35 horas semanales. Sin embargo, esto contrasta que para el personal el tiempo completo en 20 horas semanales (artículo 40). Esto es consistentes con versiones antiguas del Estatuto Orgánico de la UASD, que establecen como límite superior 20 horas semanales (ver artículo 81 del Estatuto Orgánico del 1966 y el artículo 90 del Estatuto Orgánico del 2000).

A pesar de estas normativas, que parecen razonables, la carga laboral ha escalado hasta niveles insostenibles. ¿Cómo es posible que todo esto se haya salido de control? Si tuviera que especular, me parece que fue fruto de altos funcionarios y personal profesores que no estaban claros sobre cuáles son las verdaderas funciones como académicos. Lamentablemente, este problema persiste en la actualidad, y mientras más tiempo pasa, más complicado es solucionar el problema.

Dentro de la UASD, hay profesores que consideran que este sistema está bien y que los 40 CR son una especie de «rito de iniciación». Esta situación es surrealista y difícil de explicar, salvo por la mentalidad de «si yo tuve que pasar por esto, lo lamento, pero todos tendrán que pasar por ello.»

Otra consecuencia grave de este sistema es el sufrimiento de otras componentes esenciales de las actividades académicas, como la investigación y la extensión. Los investigadores, muchos de los cuales están cargados con 20 CR, enfrentan dificultades significativas para cumplir con sus responsabilidades académicas. La alta carga laboral conduce a una tasa elevada de retraso e incumplimiento en sus proyectos de investigación. Muchos investigadores se ven obligados a reservar el período de verano para ponerse al día, ya que investigar con el agotamiento de 20 CR es casi imposible. A pesar de estas dificultades, la UASD sigue siendo una de las instituciones con mayor producción de investigación en el país, lo cual es casi un milagro.

Asimismo, la extensión universitaria actualmente está bastante descuidada, ya que todo el tiempo de una gran parte de los profesores es dedicado solamente para la docencia. La extensión universitaria es una componente académica de mucha importancia que sirve de enlace con la población dominicana, de la cual la UASD depende de su apoyo para su relevancia y funcionamiento.

El Desmonte - Un Intento de Remediación

En la actualidad, cuando un docente cumple 20 años de antigüedad en su carrera académica, adquiere el derecho al desmonte de 20 CR. Esto significa que, a partir de ese momento, con tan solo dar 20 CR de docencia, se le paga como si estuviera trabajando a tiempo completo. Aunque esta medida es un avance significativo y mucho mejor que la situación anterior, aún representa una carga laboral considerable. Para docentes que tienen ya más de 30 años de servicio, se pueden acoger a un desmonte del 75% y solo impartir 10 CR de docencia.

Muchos de los profesores que han aprovechado este beneficio probablemente ya han sufrido las consecuencias del alto estrés laboral acumulado durante dos décadas de trabajo intensivo. La constante exposición a una carga de trabajo tan exigente puede tener efectos duraderos en la salud física y mental, aunque muchos docentes pueden no ser plenamente conscientes de ello. El estrés crónico puede manifestarse en diversas formas, desde problemas de salud mental como ansiedad y trastornos del estado de ánimo hasta afecciones físicas como enfermedades coronarias y trastornos del sueño.

La alta carga de créditos no solo afecta la calidad de vida de los profesores, sino que también puede influir negativamente en su desempeño académico y profesional. Un profesor estresado puede tener dificultades para mantener un alto nivel de rendimiento y para dedicar el tiempo necesario a actividades complementarias esenciales, como la preparación de clases, la evaluación de estudiantes y la investigación.

Propuesta Concreta: Medidas que no Modifica el Presupuesto

Mi propuesta para abordar este problema es multifacética y requiere una revisión detallada mediante estudios y consultas. Sin embargo, creo que es posible realizar una reducción general de los créditos siguiendo los siguientes pasos:

  1. Establecer Contratos con Salarios Fijos: Implementar contratos de 50%, 75% y 100% del tiempo completo, según la disponibilidad de los docentes. Este cambio se debe realizar con el esquema actual para evitar distorsiones, con el objetivo de desacoplar el salario de los docentes de la cantidad de créditos que deben impartir. Es importante manejar esta situación con tacto y transparencia, ya que nada pone más nervioso a un profesor que escuchar que se van a recortar sus créditos. Hacer este recorte con todos los profesores bajo contrato tiene dos beneficios claros:

    • No Aumentará el Presupuesto de la UASD: Dado que todos los profesores están bajo contratos con salarios fijos, no se incrementará el presupuesto de la universidad.
    • Tranquilidad de los Profesores: Para aquellos docentes que ya están bajo contrato, sus salarios no variarán, lo cual es crucial para mantener la estabilidad económica del personal académico.
  2. Optimización de Secciones: Con los profesores ahora contratados con salarios fijos, las escuelas deben comenzar el proceso de reducir la cantidad de secciones. Por ejemplo, si hay dos secciones en el mismo horario con 10 estudiantes cada una, estas secciones pueden fusionarse para formar una sola sesión de 20 estudiantes. Este proceso de optimización permitirá a las escuelas cerrar y abrir sesiones según la demanda real, sin poner a los docentes en una posición de disminución de salario. También elimina la necesidad de mantener secciones abiertas solo para que el profesor no vea reducido su salario. Todas las decisiones tomadas ahora serán basadas en razones académicas y administrativas, no en razones políticas. Aunque éstas medidas no supondrán una variación del gasto salarial, menos secciones pueden implicar ahorro de energía y otros gastos secundarios relativos a las operaciones diarias de la Universidad, así como el gasto en transportación de los estudiantes y profesores.

  3. Reforma Curricular: Iniciar una reforma para reducir la cantidad de créditos en las carreras y asignaturas. Muchas carreras y asignaturas tienen una cantidad descomunal de créditos por razones económicas. Por ejemplo, hay asignaturas en la UASD que tienen 6 créditos que en otras universidades extranjera tienen tan solo 4 créditos y en esos cuatro cŕeditos se abarca más material. La razón por la cual eso es posible es porque el docente tiene mucho apoyo y todos los estudiantes reciben seguimiento personalizado, evitando que se atrasen y se minimiza el fracaso académico. Asignaturas con una cantidad de créditos superior a 4 deberían ser casos muy especiales y la norma debería ser 3 créditos. Las asignaturas con más de 4 créditos deberían tener un proceso especial de aprobación para asegurarse que realmente necesitan esa cantidad de créditos.
    Esta reducción de crédito sería un gran beneficio en los estudiantes para que puedan terminar sus carreras en un menor tiempo.

  4. Eliminación del Cambio de Categoría por Asignatura: Eliminar el cambio de categoría por asignatura y/o por cátedra, pasando a una filosofía que un profesor solo tiene una categoría. Esto significa que cuando un profesor se vaya a evaluar para el cambio de categoría, se tomará en cuenta todas las actividades y todas las asignaturas que está impartiendo. En la actualidad, hay asignaturas que solo deberían abrirse una vez al año, pero bajo el sistema actual, se deben abrir cada semestre para que los docentes que la imparten puedan avanzar en sus categorías.
    Un efecto insidioso de la categoría docente por asignatura, es que ésta dificulta la libertad para las reformas curriculares. Si se desea eliminar una asignatura porque ya no responde apropiadamente al perfil, pero en esa asignatura es que un docente tiene su categoría, eliminarla sería traerle problema a ese docente. Eso restringe severamente lo que se puede hacer en las revisiones de los planes de estudios, en donde las asignaturas se pueden crear con facilidad, pero eliminarla es casi imposible.
    Un beneficio de esta medida es que las asignaturas sean programadas solo en función de la demanda de los estudiantes, no por una necesidad de que un docente la necesite para poder avanzar de categoría. Esto también incentiva a que el docente imparta la asignatura que más le satisface o en la cual tiene mayor competencia. De esta manera, quien imparte una asignatura se convertirá en un asunto de competencia profesional y académica, y de prioridad por antigüedad.

Propuesta Concreta: Medidas que Requieren Aumento del Presupuesto

En esta sección hacemos unas propuestas que podrían conducir a un aumento modesto del presupuesto de la UASD, y por esta razón hay que abordar estos cambios con precaución para aumentar la calidad educativa sin afectar demasiado el presupuesto. Uno de los efectos secundarios que podría surgir al reducir el número de créditos por profesor es un aumento en el número de estudiantes por sección, lo cual debe tomarse en cuenta para que los efectos negativos sean eliminados. Sin embargo, este efecto no es lineal y depende del tipo de asignatura. Consideremos tres tipos de asignaturas:

  1. Asignaturas Especializadas: Estas asignaturas no deben tener una población muy grande de estudiantes. Recomendaría un límite de 40 estudiantes por sección. Las asignaturas especializadas simplemente no pueden soportar una gran población de estudiantes por sección porque suelen ser asignaturas complejas, con tareas que requieren atención especial por parte de los profesores y pocos auxiliares docentes estarían capacitados para ayudar al profesor.

  2. Asignaturas de Formación General: Estas asignaturas comparten estudiantes de áreas afines y son las segundas asignaturas más comunes, luego de Ciclo Básico. Se debe implementar un sistema con un número fijo de secciones, pero con una cantidad variable de estudiantes por secciones según la demanda. Para mitigar el efecto negativo de tener grandes grupos de estudiantes, se podrían contratar auxiliares de docencia para que asistan al profesor. Por ejemplo, si se tiene una sección de 120 estudiantes, se podrían asignar tres auxiliares o ayudantes al profesor, de manera que cada uno pueda darle seguimiento a 40 estudiantes y el profesor se encargue de coordinar a su equipo de auxiliares docentes como responsable de la sección. La cantidad de auxiliares por secciones sería una función de la cantidad de estudiantes y podría determinarse en base a datos colectados. Además, es posible implementar materiales en línea de alta calidad para apoyar tanto a los estudiantes como al equipo encargado de la docencia.

  3. Asignaturas del Ciclo Básico: Se podría implementar un sistema similar al de las asignaturas de formación general, pero con la salvedad de darle una posibilidad a los estudiantes capacitados para no tener que cursarlas, ya sea tomando pruebas para esos fines o si provienen de centros educativos con calidad comprobada.

A menudo se piensa que reducir la carga de créditos significa automáticamente el aumento de la plantilla de profesores. Sin embargo, como podemos observar, no tiene por qué ser así. Un profesor de categoría adscrito en la actualidad con 40 CR percibe alrededor de 160 mil pesos. Con ese dinero se puede contratar a 16 auxiliares o cuatro ayudantes de profesores, lo cual permitiría un uso más medido de los recursos.

Propuesta de Contratación de Auxiliares de Docencia

Si se decidiera aumentar la matrícula de auxiliares docentes a seis mil, por ejemplo, representaría un aumento al presupuesto de la UASD en 780 millones de pesos. Típicamente, un auxiliar docente trabaja de 8 a 10 horas por semana y con esa carga de trabajo puede fácilmente ayudar en, por lo menos, dos secciones.
El número de 6 mil monitores proviene del hecho de que se consideran dos monitores por profesor. Sin embargo, este número debe determinarse según la cantidad de secciones en las cuales van a ayudar y el número de estudiantes por sección y de las características de cada asignatura, y debe realizarse escuela por escuela. Es necesario establecer criterios objetivos para determinar la cantidad de auxiliares de docencias que se requieran. Al implementar estas medidas, no solo se mejoraría la calidad de la educación al reducir la carga laboral de los profesores, sino que también se promovería un uso más eficiente de los recursos disponibles en la UASD.

Actividades de los Profesores y los Auxiliares de Docencia

En el sistema actual, una de las grandes deficiencias es la carencia de retroalimentación oportuna para los estudiantes. Esta retroalimentación es monumentalmente importante y tiene un alto peso para determinar la calidad de la docencia. Es crucial entender que las actividades de los auxiliares de docencia se centrarán en los siguientes aspectos:

  1. Apoyo en la Resolución de Problemas, Ejercicios o Estudios de Casos: Los auxiliares deben apoyar a los estudiantes en la resolución de problemas o estudios de casos. Este apoyo es fundamental para que los estudiantes comprendan mejor los conceptos y desarrollen sus habilidades analíticas y críticas.

  2. Corrección y Retroalimentación Personalizada: La corrección de las tareas asignadas al profesor debe ser personalizada. Esto significa que en cada tarea, cada ejercicio, problema o pregunta, los estudiantes deben recibir una retroalimentación específica y personal para cada uno. No se trata simplemente de entregar una versión corregida; la retroalimentación debe ser detallada y orientada a mejorar el rendimiento individual de cada estudiante.

  3. Respuesta Personalizada a Preguntas e Indagaciones: Los auxiliares también deben estar preparados para responder preguntas sobre las asignaturas de manera personalizada, brindando apoyo directo y específico a los estudiantes que lo necesiten.

Rol y Limitaciones de los Auxiliares de Docencia

Es importante destacar que los auxiliares de docencia tendrán prohibido realizar actividades de docencia en cualquier asignatura teórica, al menos que existan circunstancias extraordinarias y la dirección de la escuela den la autorización institucional. Su trabajo se centrará en apoyar al profesor o a los estudiantes.

Actividades de los Profesores

Los profesores tendrán a cargo las siguientes actividades:

  1. Planificación e Impartición de la Docencia: Los profesores serán responsables de planificar y llevar a cabo la enseñanza, asegurando que los contenidos sean presentados de manera efectiva y coherente.

  2. Coordinación del Equipo de Auxiliares de Docencia: Los profesores también tendrán la tarea de coordinar al equipo de auxiliares de docencia, indicándoles qué hacer y cómo llevar a cabo sus actividades correspondientes. Esto incluye asignar tareas específicas y supervisar el progreso del equipo auxiliar.

  3. Seguimiento a los Estudiantes: Un aspecto crítico es que los profesores deben dar seguimiento a cada estudiante, llamando la atención a aquellos que están quedando rezagados. Este seguimiento es crucial para identificar y abordar las dificultades individuales antes de que se conviertan en problemas mayores.

Desafíos Actuales y Soluciones Propuestas

En la actualidad, debido a la gran carga académica, la primera retroalimentación real que muchos estudiantes reciben es en su calificación del primer parcial. Un profesor con 10 secciones de 4CR y 40 estudiantes cada una tiene a su cargo 400 estudiantes; tener que corregir 400 tareas personalizadas por semana es simplemente imposible. Si las asignaturas son de 3 CR, entonces se tendrían 13 secciones y 520 estudiantes, empeorando la condición del docente. Este problema puede mitigarse en parte mediante el uso de plataformas en línea, aunque estas tienen sus limitaciones en la actualidad. Los estudiantes deben realizar tareas y actividades que involucren la redacción de texto, la expresión de razonamiento, la toma de decisiones, entre otros aspectos clave. Todo esto debe ser evaluado para cada estudiante en cada tarea.

Docencia en los Laboratorios y Talleres

En el caso de los laboratorios del ciclo básico y de la formación general, es posible desarrollar un sistema en el que estos sean impartidos por profesores ayudantes bajo la supervisión de un profesor experimentado encargado de una tanda de horario. Las asignaturas de teorías y las especializadas son donde realmente se necesita a un profesor experimentado y de vanguardia en su área de conocimiento. Aquellas asignaturas más simples, como los laboratorios mencionados anteriormente, pueden ser impartidas por profesores ayudantes bajo la supervisión y capacitación de profesores experimentados. Es crucial excluir los laboratorios y talleres avanzados, que deberían recibir el mismo tratamiento que las asignaturas de teoría.

Conclusión

La problemática actual en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) con respecto a la carga laboral excesiva de los profesores es compleja y multifacética, abarcando desde cuestiones administrativas hasta el bienestar físico y mental de los docentes. La estructura actual, que mide todas las funciones del profesorado en créditos académicos, ha llevado a una situación insostenible donde los docentes deben cumplir con 40 CR, equivalente a 120 horas de trabajo semanal. Esta carga laboral no solo es imposible de cumplir, sino que también compromete la calidad de la enseñanza y el bienestar general de los profesores.

Los efectos negativos de esta carga excesiva son múltiples: recorte de calidad sustancial, mitigación de horas de contacto con estudiantes, trabajo extra sin pago, reducción de tiempo dedicado a actividades complementarias esenciales, y en algunos casos, la decisión de tomar un recorte de salario para cumplir con su ética laboral. Esta situación no solo perjudica a los profesores, sino que también afecta negativamente la calidad de la educación ofrecida, el desarrollo investigativo y las actividades de extensión universitaria.

Para abordar esta problemática, es crucial determinar una carga de trabajo apropiada para los profesores. Una propuesta concreta sería limitar la carga a 12 CR, equivalente a 36 horas de trabajo semanal, permitiendo a los docentes desempeñar sus funciones de manera efectiva y sostenible. Esta medida no solo mejoraría las condiciones laborales de los profesores, sino que también podría llevar a una mejora en la calidad educativa ofrecida.

Además, es necesario realizar una revisión detallada mediante estudios y consultas para implementar una reducción general de los créditos. Esto incluye establecer contratos con salarios fijos, optimización de secciones, reforma curricular, eliminación del cambio de categoría por asignatura y medidas que requieren un aumento moderado del presupuesto. La contratación de auxiliares de docencia también es una propuesta viable para apoyar a los profesores en tareas específicas, mejorando así la calidad de la educación sin sobrecargar a los docentes principales.

En fin, abordar la carga laboral excesiva en la UASD es urgente y necesario para garantizar un entorno académico saludable y productivo tanto para los profesores como para los estudiantes. Las medidas propuestas buscan no solo mitigar las consecuencias negativas de la carga excesiva, sino también mejorar la calidad educativa y promover un uso más eficiente de los recursos disponibles en la universidad.


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